Los Kal’athil (Hijos de la Luz) – Elfos del Bosque:
Origen
Fueron la tercera gran creación de los Dioses Primigenios. Këos en su busca de algún otro lugar en Tayrmund donde la magia fluyese de manera natural y poderosa, encuentra durante sus viajes, un gran árbol en las entrañas de los densos y hermosos bosques del norte. Queda cautivado por la belleza de la naturaleza en esos rincones y decide bautizar ese gran árbol con el nombre de “Livdarin” que significa “Fuente de Vida”, nombre que posteriormente adoptaría toda la región élfica.
El Arquitecto pasa varios años meditando junto al árbol tratando de comprender su poder, de “escucharlo”. Es entonces cuando decide usarlo para canalizar la magia elemental que fluía de manera natural en toda la región. Agua, fuego, aire y tierra se unieron a través del Dios y el sagrado árbol para dar vida al primer elfo, al cual llamaría Athil que significa “Luz”.
Se cuenta que Athil floreció del mismísimo Livdarin y tan maravillado quedó Këos de su creación que decidió otorgarle parte de su poder para ver su potencial y experimentar con él. El elfo da vida y forma a siete hijos, seis varones y una hembra. Sin embargo, el uso continuado de la magia y el árbol van poco a poco drenando su energía hasta que el propio Livdarin queda al borde de la muerte. Es en ese entonces cuando Athil se percata de lo que ha hecho y decide sacrificar su vida, entregar su energía vital para restablecer el equilibrio que él mismo había alterado.
Sin embargo, es demasiado tarde y el árbol aún gravemente herido, florece por última vez dejando un preciado regalo. Seis elfas y un elfo, restableciendo así el equilibrio natural que permitiese a esas nuevas criaturas reproducirse y crecer como raza.
El sagrado árbol conocido como Livdarin muere y los elfos deciden darle un nombre diferente para recordar lo ocurrido y honrar el sacrificio de su “padre”. Es conocido desde ese momento como Num’athil que en su lengua significa “La tumba de Athil”, convirtiéndolo en una figura sagrada de adoración, de respeto entre todos los elfos y el mausoleo de la familia directa del primer elfo. Así pues, los hijos de Athil viajan siguiendo las raíces del gran árbol para buscar un lugar en el que asentarse y prosperar. Cado de los reinos de Livdarin está situado allí donde acaba alguna de las raíces del gran árbol, allí donde hay un brote.
Los Kal’athil, o hijos de Athil están convencidos y defienden fervientemente que todo el territorio que sostiene al gran árbol es suyo por derecho y destino, creen firmemente en su origen sagrado y son los guardianes indiscutibles de los frondosos y desconocidos bosques de toda la región. Aunque puedes encontrar elfos fuera de Livdarin, jamás les oirás decir que su hogar esté fuera de esas fronteras, le dan un profundo significado a esa palabra y pasar demasiado tiempo lejos de Num’athil y su influencia, les afecta no solo a nivel mental sino también físico. Se ven aquejados por una profunda nostalgia y tristeza de la que sólo pueden recuperarse volviendo a Livdarin. Por ello es muy raro que veas a elfos muy longevos fuera de los bosques y si se diese el caso, probablemente ese elfo no sea estable o no esté en las mejores condiciones, llegando incluso a “morir de tristeza” en casos extremos.
Apariencia
De aspecto estilizado, altos y esbeltos, de orejas puntiagudas de diferentes tamaños, ojos claros y tonalidades de cabello claras también. Sin embargo, aunque esa sea la generalidad, los elfos son muy variados y según la región de Livdarin en la que vivan, se pueden encontrar diferentes tonalidades de piel, ojos, cabello…
Sí tienen un profundo sentido de la estética, cuidan mucho su aspecto, son una raza orgullosa. No es raro verles usando joyas como tiaras o pendientes e, incluso, según la región, maquillaje, tatuajes o marcas. Todo tiende a ser muy elegante y sofisticado para denotar estatus u origen.
La base de color para sus vestimentas suelen ser el marrón, verde, blanco o el azul, influenciados por el entorno. Colores muy relacionados con la naturaleza y la tierra. Los tejidos, de igual modo, son naturales. Lino, seda, pieles… Aprovechan todo cuanto la madre tierra les ofrece. La nobleza además, suele vestir también con colores más ricos como el dorado o el plateado.
Regiones de Livdarin
- Innan’ya
- Silda
- Oron
- Laman
- Lerya
- Eärta
- Eärca
La base de su economía y subsistencia se encuentra en lo que la naturaleza les da. La agricultura y todo cuanto crece es lo que les provee y como tal, han perfeccionado y cuidado mucho sus sistemas de recolección y cultivo. Del mismo modo, son capaces de hacer crecer vegetación incluso en aquellos lugares donde parece imposible. También comercian con otras regiones norteñas por lo que no es raro encontrar productos del resto del Imperio en sus tierras aunque no disfrutan especialmente de los bulliciosos y ruidosos mercados.
Practican la caza aunque de forma respetuosa y casi ceremonial. Buscan en todo momento el equilibrio y no alterarlo para que la naturaleza siga dándoles su bendición. No la practican como deporte, sino como parte del ciclo y las necesidades de su gente.
También cuentan con grandes artesanos, herreros y orfebres capaces de forjar hermosas piezas de joyería y armas, además de eruditos que han ido acumulando conocimiento y sabiduría a lo largo de los años. Sin duda alguna, las bibliotecas de Livdarin son las más hermosas de toda Tayrmund. La educación y el protocolo son fundamentales entre los Kal’athil, parte de su cultura y un pilar férreo en su sociedad.
A la cabeza de la sociedad élfica encontramos a los herederos o hijos del propio Athil como monarcas de cada Reino. Los elfos veneran y son leales a sus reyes y reinas por encima de todo, su carácter no sólo político sino también sagrado les hace mantener el poder sin grandes complicaciones o sublevaciones aunque ni siquiera ellos han sido capaces de ser la excepción en cuanto a conflictos o guerras internas. También encontramos familias nobles que sirven y mantienen el equilibrio al servicio de esa monarquía. Se cree que si uno de esos reyes o reinas abandona o se aleja demasiado del brote sobre el que fundaron su reino, éste caerá en desgracia y podría morir.
Aunque son una raza orgullosa y con un arraigado sentido de pertenencia a sus tierras y sus gentes, forman parte del Imperio del Águila de Plata y son leales a su poder en el norte de Tayrmund, consideran que su llegada ha servido para establecer un orden y mantener un frente unido que les hará cada vez más fuertes.