Crónica: La Centésima Noche de Las Luciérnagas.

Durante 99 años, la Regencia celebró religiosamente “La Noche de las Luciérnagas” en su gran palacio, para las familias nobles y aquellos/as más allegados a las Casas que la conforman.

Sin embargo, los tiempos cambian, la isla es próspera y la paz de la neutralidad ha dado sus frutos. Tras debatirlo internamente, la Regencia decidió con voto unánime, que el baile se abriese al resto de la isla. La Noche de las Luciérnagas ya no iba a ser una celebración exclusiva sino algo al alcance de todo aquel o aquella que desease acercarse a las Casas, estrechar lazos con ellas y abanderar sus causas.

Así pues, hace un año, toda Tamrad disfrutó de ser invitada a La Centésima Noche de las Luciérnagas. La Casa Alistel fue la anfitriona de la noche, deleitando a los y las presentes con comida, bebida y música, además de un ambiente agradable y acogedor que hizo de la noche algo mágico. Además, fue la ocasión perfecta para que Ruphus y su esposa, Alïdha, presentaran en sociedad a su hija Lithariel, la cual acababa de cumplir la mayoría de edad.

Sin embargo, no esperaban que el baile entre padre e hija destinado a abrir la noche, acabase interrumpido por la llegada de su primogénito Ferynor, el cual apareció inesperadamente en el gran salón del palacio de la Regencia, reclamando su derecho como hermano mayor de disfrutar del primer baile de Lithariel. Ruphus Alistel aceptó la situación con elegancia y permitió a su hijo ocupar su lugar.

Los asistentes disfrutaron de la música y la conversación en un ambiente agradable y distendido, había gentes de toda Tayrmund conviviendo en armonía tal y como se esperaba de un lugar como Tamrad.

Algunas horas después, se hizo la presentación oficial del resto de representantes de las Casas. Aruny Sheikh, Vahaemion Naeris, Huyue Zhang y, justo cuando Ushür, Senescal de la Regencia quiso continuar con la celebración, una figura irrumpió recordándole que les faltaba presentar una Quinta Casa. Dría Saadi, capitana del Boreal hizo acto de presencia descubriéndose como la representante de la Compañía Comercial del Príncipe Mercante, la cual llevaba dentro de la Regencia dos años. Le reclamó la falta de invitación a su Casa pero si ésta fue enviada o no, a día de hoy sigue siendo un misterio. Ushür afirmó en todo momento haber hecho dicho trámite.

El incidente quedó en una simple incomodidad que fue salvada con formalidad y protocolo. El baile continuó hasta que el propio Senescal pidió atenuar las luces del gran salón, no estaba de más recordar a los y las presentes el motivo de aquel baile y por qué era conocido como “La Noche de las Luciérnagas”. Relató la conocida leyenda, momento que conmovió a los y las presentes, quienes poco a poco fueron rodeados/as por multitud de luciérnagas de diferentes colores, como si éstas entendieran que justamente eran ellas las protagonistas de aquel relato y de la noche.

La sensación de paz y convivencia que la leyenda dejó en el gran salón, se vio interrumpida por la repentina aparición de Malaikah Cavlli, guardia personal de Aruny Sheikh, bastante tensa y nerviosa. Informó rápidamente de que el palacio acababa de ser rodeado por la guardia de la Regencia y la autoridad de la isla, un nuevo cuerpo sin vida había sido hallado no muy lejos, avivando la llama del miedo y la duda tras lo ocurrido un año antes, una serie de asesinatos sin resolver que aún a día de hoy, tienen a Tamrad sin una respuesta clara. 

La tensión entre los representantes de las Casas fue avivada y con ella los reproches y acusaciones. Los Sheikh acusaban al Príncipe Mercante de la inseguridad en la isla mientras que al parecer, la pequeña de los Alistel se veía afectada por el nerviosismo y el agobio hasta el punto en que prácticamente se desmayó, preocupando enormemente a toda su familia y al joven Vahaemion Naeris. 

La situación precipitó el final del baile e hizo que los invitados e invitadas tuvieran que pasar la noche allí para evitar males mayores con la promesa de que al alba, serían debidamente escoltados y escoltadas.